miércoles, 12 de octubre de 2011

Velazquez en la mente - Olvidando a Velazquez

Entre agosto y diciembre de 1957, en su estudio de La Californie, en Cannes, Picasso emprendió un exhaustivo análisis de Las Meninas de Velázquez en la línea de las interpretaciones de obras de grandes artistas (Manet, Courbet, Poussin, Delacroix, El Greco, Cranach…) que realizó a partir del final de la segunda guerra mundial. Esta serie de cincuenta y ocho óleos, integrada por cuarenta y cuatro interpretaciones de la obra de Velázquez, nueve Pichones, tres paisajes y dos interpretaciones libres, fue donada íntegramente por el artista al Museu Picasso de Barcelona en 1968.


Pórtico de la Luz


El mismo Picasso nos explicó cuál era su actitud de partida a la hora de realizar esta serie, tal como recogió Sabartés en su libro L’Atelier de Picasso, publicado en 1952: «Si uno se pusiera a copiar Las Meninas, de toda buena fe, pongamos por caso, al llegar a cierto punto y si el que copiase fuese yo, me diría: ¿Qué tal sería poner a ésa un poquitín más a la derecha o a la izquierda? Y probaría a hacerlo a mi manera, olvidando a Velázquez.»

Después de la Luz

También Sargent quedó impresionado por la obra de Velázquez.
Para él, Velázquez era Dios y su obra sagrada, Las meninas.
Viajó numerosas veces a Madrid para copiar la obra. El registro de visitas del museo recoge tres entradas en diferentes fechas. De estas visitas se llevó la esencia misma de esta obra en su corazón para poder plasmarla en el lienzo, y ésto lo cambió todo, su estilo, su forma de concebir las obras, los colores, el fondo y la forma y sobretodo centrar el personaje más importante de la misma aunque no estuviese en su eje principal propiamente dicho.

Dalí, Richard Hamilton, Saura, Miró...

Más allá de su estatus de monumento al arte mismo de la pintura, Las Meninas ha fascinado a jóvenes generaciones de artistas por los misterios de percepción y reflexión que encierra, el enigma de la relación dinámica que establece entre el artista, la obra y su público, y la introducción autorreferencial en el lienzo de su propio proceso de creación.
Antes de tomarme unos días de descanso os dejo mis andadas por la obra de Velazquez. Fué una trabajo-divertimento que acabó plasmado en una exposición de grabados, Más allá de la Luz.
Todos ellos realizados sobre una matriz de hierro y en técnica de Aguatinta al azucar y estampados a 2 o 3 tintas. Espero que os gusten. Y nos vemos a la vuelta ;-)








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